Maqrino la BURRA personaje en crisis

Con más de 50 años ligado a nuestras raíces carnavalescas de Monseñor Nouel, Marino Díaz Arias, popularmente conocido como Marino “La Burra”, por su jocosidades, creatividad y personaje único a su estilo de nuestro carnaval hoy vive momentos difíciles producto de su enfermedad y abandono a su suerte sin que nadie se detenga a ayudarlo y salvarlo de tal situación para que pueda seguir entusiasmándonos y aportando más a nuestra cultura carnavalesca como siempre lo ha hecho, con su figura y su sonrisa que tanto nos ha divertido.

Marino La Burra, nos cuenta que su disfraz desde siempre fue una creación de su propio pueblo ya que los vestidos, los adornos y los atuendos ligados a la almohada que usaba eran preparadas con hoja de plátano seca, y que la vejiga se la facilitaban los Espinos que eran los que vendían la vejiga natural de vaca, además, su careta cada año se la confeccionaba el caretero Juanito, quien en una ocasión fue rey momo de nuestro carnaval Bonao.

Marino con unos 62 años de edad, quien nació allá por los años 50`en una comunidad cercana del Sur de la República Dominicana, perteneciente a Rancho Arriba, y que desde su niñez se traslado a esta ciudad de Bonao necesita en estos momentos ser ayudado y escuchado, ya que donde mora o convive, “escampa afuera y llueve dentro”, dentro de su humilde habitación.

Como pueden observar en estas fotos que mostramos el rostro de el histórico personaje carnavalesco Marino, lo retrata todo sabiendo nosotros la tanta alegría y aporte de momentos de felicidad que nos ha dado la figura de Marino “La Burra” como cariñosamente lo hemos bautizado, démosle su último deseo, para que no siga mojándose y facilitémosle parte de los medicamentos ya que hasta donde tenemos entendido tiene problemas de diabetes, presión arterial y además no como bien por la escases económica, este sí que necesita vivir más entre nosotros démosle la mano.

Nos preguntamos por qué COCABO, y el Ministerio de Cultura y las instituciones afines que representan nuestro carnaval no le tienden la mano ya a Marino en este caso, porque su humilde vivienda se repararía con menos de 15 hojas de zinc y una docena de linteles o bajantes.